La compraventa de una vivienda en España implica una serie de obligaciones fiscales tanto para el comprador como para el vendedor. Desde Metropolis, os detallamos los impuestos que cada parte debe asumir en este tipo de transacciones.
Los impuestos a abonar por el comprador dependen de si la vivienda es nueva o de segunda mano.
Impuestos que debe pagar el comprador
1. Vivienda nueva
Se considera vivienda nueva aquella que se adquiere directamente del promotor y que no ha sido habitada previamente por más de dos años consecutivos. En este caso, los impuestos aplicables son:
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): El tipo general es del 10% sobre el precio de compra de la vivienda en todo el territorio nacional, excepto en Canarias, donde se aplica el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) al 6,5%. blog.caixabank.es
- Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD): Este impuesto grava los documentos notariales y su tipo impositivo varía según la comunidad autónoma, oscilando generalmente entre el 0,5% y el 1,5% del valor escriturado.
2. Vivienda de segunda mano
Para las viviendas de segunda mano, el impuesto aplicable es:
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP): Este tributo grava la transmisión de propiedades entre particulares y su tipo impositivo varía según la comunidad autónoma, situándose generalmente entre el 6% y el 10% del precio de compra.
Impuestos que debe pagar el vendedor
El vendedor de una vivienda también tiene obligaciones fiscales derivadas de la operación de venta:
- Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): La venta de una propiedad puede generar una ganancia patrimonial que debe declararse en la declaración de la renta del año siguiente. Esta ganancia se calcula como la diferencia entre el precio de venta y el precio de adquisición, ajustado por ciertos gastos e inversiones. Los tipos impositivos aplicables en 2025 son progresivos, desde el 19% hasta el 28%, dependiendo del monto de la ganancia.
- Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Plusvalía Municipal): Este impuesto municipal grava el incremento del valor del terreno desde la adquisición hasta la venta. Aunque su cálculo puede variar según el municipio, generalmente se basa en el valor catastral del suelo y el número de años que se ha poseído la propiedad.
Es fundamental que tanto compradores como vendedores consideren estos impuestos al planificar la compraventa de una vivienda, ya que pueden influir significativamente en el costo total de la operación.